A finales de septiembre, la casa de Gene Cranick, residente de South Fulton, Tenessee, Estados Unidos, se calcinó ante la mirada impávida de los bomberos locales porque el propietario olvidó pagar una cuota anual de 75 dólares por el servicio de protección contra incendios a la alcaldía.
Cranick, quien vive fuera del límite de la ciudad, rogó a los bomberos que apagaran el fuego y hasta ofreció cubrir el adeudo en ese momento, pero los bomberos se negaron a aceptar la cuota y a rescatar su casa. Sólo actuaron cuando el fuego comenzó a extenderse a al hogar de un vecino, quien sí estaba al corriente en sus impuestos.
El fuego consumió por completo la casa de Cranick y hasta su perro y su gato murieron en él.
Ahora, en Estados Unidos, la prensa discute sobre estas políticas "atribuíadas al partido republicano que protegen sólo a algunas comunidades privilegiadas", dice el Huffington Post.
Sin una pisca de compasión, el Alcalde de South Fulton, David Crocker declaró que la cuota de proteccón contra incendios es como un seguro: “Es un servicio que ofrecemos a los no residentes de la ciudad. O lo aceptan o no”.
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