El número de víctimas en el Casino Royale de Monterrey, Nuevo León, pudo ser menor, aseguró el director Operativo de Bomberos, Andrés Molina.
El director Operativo de Bomberos de Monterrey, Nuevo León, Andrés Molina, asegura que el fuego no se habría extendido tan rápido ni se tendría el resultado fatal conocido, de haberse acatado las normas
Ciudad de México • Si el Casino Royale de Monterrey, Nuevo León, hubiera cumplido con las medidas de seguridad requeridas, el incendio provocado ahí por criminales la semana pasada, que cobró 52 vidas, no se hubiera extendido tan rápido y tampoco se tendría ese resultado fatal, afirmó el director Operativo de Bomberos de Nuevo León, Andrés Molina.
Ese cuerpo de bomberos puede sugerir medidas de seguridad, pero el cumplimiento de las mismas corresponde al propietario, y avalar o sancionar tanto a Protección Civil del municipio como del estado, afirmó Molina, al ser entrevistado por Azucena Uresti en MILENIO Televisión.
El director Operativo de Bomberos de Monterrey hizo un balance de los hechos, con base en lo que ese heroico cuerpo encontró en ese lugar y las medidas y dispositivos con que debía contar para esos casos.
Molina, quien fue uno de los primeros en llegar al lugar de los hechos el día del incendio, aseguró que si hubiera habido salidas de emergencia, no hubiera habido tantas víctimas; con un sistema hidráulico de rociadores y alfombras y muebles con retardantes, el fuego no hubiera avanzado tan rápido.
Más aun, si la segunda planta hubiera contado con una o dos salidas de emergencia con escalera al estacionamiento, “se hubiera salvado mucha gente”.
El comandante de bomberos señaló que debía haber en el lugar seis puertas de emergencia y nada más vio una, y otra que era falsa.
–¿Sabe que con lo que nos dice está contradiciendo totalmente lo que dijo, por ejemplo, la señora Laura Gurza, de Protección Civil?
–Pues posiblemente, porque yo estuve ahí, me dijeron los muchachos, sobre todo, para desgraciadamente sacar los cadáveres y me avoqué yo también a sofocar el fuego, que fue una gran cantidad de temperatura, que mucha gente no murió precisamente quemada, pero murió asfixiada por el calor y el humo, que no tuvo salida por ningún aspecto.
“Tuvimos que romper paredes para hacer una ventilación cruzada y tuvimos que romper los ductos de máquinas de clima en la parte de la azotea para desfogar la cantidad de humo que se encerró en ese lugar. Debería haber habido (alarmas de humo), pero con el incendio tan fuerte que estuvo y en las partes que no llegó el fuego no vimos ningún detector de humo”.
Molina dijo que sí encontraron extintores, “pero creo que no tuvieron tiempo de usarlos, porque tenían su capacidad completa, eso sí quemados, pero con la capacidad de polvo y el químico que tenían completo, no estaban vacíos”.
Tampoco había aspersores, que debían estar colocados cada tres metros y que hubieran permitido la salida de agua una vez registrados 68 grados centígrados.
Planteó que lo más probable es que con esas medidas, el incendio hubiera ocurrido, pero “no hubiera sido tan rápido que se extendió y con el resultado fatal que conocimos”.
– ¿Tuvo que haber un responsable, Protección Civil del estado, del municipio…?
–Ellos, como tienen el derecho de multar, de revisar, de hacer un atlas de riesgo, ellos como tienen la autoridad, ellos son los únicos que pueden hacer eso; podemos sugerir muchas cosas, pero el cumplimiento tiene que llevarlo a cabo el propietario y ellos son los encargados de revisar y de avalar y pueden sancionar.
–¿Protección Civil?
–Tanto municipal como estatal.
http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/6eab88d5b6b4e276fa728948bdb53228
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