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viernes, 4 de marzo de 2011

Acusaciones cruzadas por la muerte de Leonel


Maipú, Argentina.-
Según uno de los dueños de la finca de Beltrán, los bomberos ordenaron apagar un motor que hizo subir agua al pozo donde cayó el niño. Para el jefe del cuartel, fue negligencia de los propietarios.
Tras permanecer más de seis horas atascado en un pozo en el que cayó accidentalmente, el pequeño Leonel Cuevas (3) falleció durante la madrugada de ayer en una finca ubicada en Fray Luis Beltrán, de Maipú.

Cuando todavía la consternación por el terrible episodio no se disipa, las acusaciones cruzadas entre los bomberos y el dueño de la finca se acrecentaron durante todo el día de ayer.

Mauricio Julián, quien se presentó como responsable de la finca donde ocurrió la tragedia -El Pehual SA- acusó a los efectivos de haber ordenado cerrar una cañería, lo que -según sus palabras- habría hecho subir el agua en el pozo en el que estaba el niño.

Sin embargo, Ricardo Miranda (jefe del cuartel central de bomberos y quien fue además el primer rescatista en llegar a la escena) desmintió esa versión.

"No es cierto que hicimos cerrar la cañería porque molestaba el ruido del motor y que eso haya hecho que suba el agua. Estas cosas pasan siempre, ante la marcada negligencia de otros, nos terminan culpando a nosotros. Todo el mundo va a tratar de deslindar responsabilidades ahora, y nosotros somos los chivos expiatorios", resaltó Miranda, acusando de negligencia a los responsables de la finca por tener ese pozo al descubierto.

Sin retornoLas últimas horas del miércoles y las primeras del jueves fueron de una desesperación extrema en la finca ubicada en la calle Mitre de la zona rural de Fray Luis Beltrán.

Leonel Cuevas, su hermana y sus padres habían llegado durante la tarde al predio para visitar a Gerardo Quispe, uno de los 15 contratistas que habitan en la extensa finca de más de cien hectáreas, con la idea de que ambas familias pasaran la tarde y recibieran la noche juntos.

Con los padres charlando por un lado, los hijos de ambas familias se alejaron para jugar entre ellos, y cerca de las 20.30 tuvo lugar el hecho que desencadenó toda la tragedia.

"Los padres les habían advertido que tuvieran cuidado con los pozos, pero los chicos no se dieron cuenta y mientras estaban jugando y corriendo por la zona, Leonel cayó en uno de ellos", resaltó una de las fuentes de la investigación, quien indicó que el diámetro del orificio es de 30 centímetros, mientras que la profundidad estimada es de unos cien metros (aunque Leonel había quedado atascado a 19 metros de profundidad).

De inmediato se avisó a los padres del niño, quienes pidieron ayuda a la policía, por lo que minutos más tarde se constituyeron en el lugar acompañados por bomberos.

"Cuando llegamos, la gente que se encontraba en el lugar estaba muy alterada, muy asustada. Lo primero que hicimos fue vallar el perímetro para evitar desmoronamientos y empezamos a analizar las posibilidades. Como constatamos que el niño estaba vivo, descartamos de entrada la posibilidad de hacer una perforación paralela porque nos tomaría mucho tiempo, tiempo con el que no contábamos. Lo tratamos de enlazar infinitas veces, pero sin resultados", destacó Miranda.

En medio de la desesperación, la madre de la víctima le suplicó a los bomberos que intenten bajar a la hermana de Leonel, una niña de cinco años, aferrada por un arnés para tratar de rescatar al niño.

"Yo no quería hacerlo desde el principio, pero la madre insistía mucho, por lo que solicitamos permiso a la autoridad judicial y recién cuando la conseguimos, lo intentamos. Pero no dio resultado", destacó Miranda.

La niña bajó con la indicación de aferrarle una cuerda a su hermano alrededor de la cintura y así poder subirlo. Sin embargo, cuando estaba a unos metros de encontrarse con Leonel, no pudo hacerlo. "La chica nos contó que hasta le llegó a tocar la cabeza a su hermano", destacaron testigos.

El peor final"Cuando llegamos, hablábamos con el chico y él nos respondía. Estaba vivo, por lo que tratamos de mantenernos hablando con él, aunque a las dos horas dejó de responder", continuó Miranda.

Pasadas las dos de la mañana de ayer, finalmente pudieron enlazar el cuerpo del chico y desde ese momento hasta que lograron sacarlo a la superficie transcurrieron 30 minutos más. Cuando culminó el rescate, los efectivos que estaban en el lugar no tuvieron más que constatar la muerte del chico, presumiblemente por ahogamiento.

La polémicaDurante la mañana de ayer, en una inspección que empleados de la Subsecretaría de Trabajo realizó en la finca, uno de los dueños (Mauricio Juliá) criticó el accionar de los bomberos, primero al cuestionar que el cuerpo del niño haya estado más de cinco horas sin que nada pudiesen hacer, y después por la presunta orden que habrían dado de apagar un motor.

"Esa orden nunca existió, nunca la dimos. El dueño de la finca dice que nosotros hicimos apagar el motor de la bomba porque necesitábamos silencio, y que fue eso lo que hizo subir la napa en el pozo y que eso lo ahogó. Eso no es cierto. Creemos que el chico, como cualquier ser humano, nadó lo que pudo y cuando se cansó y los pies no dieron más, no pudo mantener más la cabeza fuera del agua", destacó Miranda.

Según confirmaron fuentes de la investigación, el pozo en cuestión tenía la función de extraer agua y había permanecido soldado hasta hace diez días, cuando -por necesidades de riego-, se lo destapó.

Siempre según esa versión, desde ese día no se tapó con precisión el pozo; únicamente se le había puesto una chapa y un ladrillo.
http://www.losandes.com.ar/notas/2011/3/4/acusaciones-cruzadas-muerte-leonel-554146.asp

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