El hospital de campaña del Samur instalado en la asolada localidad chilena de Penco atiende a la mayoría de supervivientes del terremoto
La «Furia Roja» desembarcó en la localidad de Penco, a pocos kilómetros del epicentro del terremoto, y desde hace días se encuentra ayudando a los afectados por el temblor. Situada sobre una loma a escasos 20 kilómetros de Concepción y escenario de una épica batalla entre mapuches y españoles en el siglo XVI, sirve ahora de emplazamiento a un hospital de campaña donado por España para socorrer a las víctimas del seísmo de 8,8 grados del 27 de febrero.
Y es aquí donde se instalado la «Base España», un hospital que incluye cinco equipos caninos de búsqueda y dos equipos de evaluación de estructuras. Este envío de ayuda humanitaria es la primera respuesta a la petición de colaboración que la Embajada de Chile hizo a las autoridades españolas el pasado lunes –dos días después de la catástrofe–.
La bandera española ondea en una de las antenas instaladas en el campo de fútbol. Hasta allí se acercan decenas de chilenos que a diario esperan en el banquillo mientras el personal del cuerpo de bomberos apunta sus nombres y necesidades. Después, van pasando de forma paulatina hasta el centro de operaciones: una carpa amarilla del SAMUR, dotada de un equipo médico y personal sanitario capaz de ofrecer atención primaria y cirugía menor.
Un niña de ojos achinados y rasgos mapuches se toca la barriga. «Me duele la “guata”», le dice al doctor Carlos Barra, jefe del dispositivo Sanitario del SAMUR. «Mi dentista me da juguetitos cuando voy, los españoles no», exclama la niña con cara de pícara. «Se han tratado muchas gastroenteritis, fundamentalmente a causa de que la ciudad está sin agua. Al parecer, la gente está bebiendo agua que no está clorada y eso está produciendo problemas gastrointestinales», explica a LA RAZÓN el propio Barra.
El avión, un Boeing 767, llegó el pasado miércoles a Santiago con 7,5 toneladas de ayuda humanitaria y un equipo de 63 personas, entre bomberos y personal sanitario. Además, el Gobierno español anunció la entrega de un millón de euros para contribuir a los trabajos de reconstrucción del centro y sur de Chile.
Cristina Aldana, coordinadora general de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), encargada de llevar la ayuda española a este país, donde ya han sido identificados 279 cadáveres, aclara «sólo vamos cuando nos llaman».
También desde España viajaron cinco equipos caninos de búsqueda con trece perros y dos equipos de evaluación de estructuras.
María Estela Benito, del Grupo de Rescate de Protección Civil de Madrid, salió ayer con los perros para rastrear entre los escombros, pero la búsqueda fue infructuosa. «Dos de los animales adiestrados ya habían participado en las tareas de rescate de Haití», nos dice mientras le da una salchicha a uno de sus labradores.
Cae la tarde en Penco. Annika Coll jefa de bomberos de la Comunidad de Madrid se prepara para entrar en algunas casas con riesgo de derrumbe y dictaminar si son recuperables. «A pesar de que el terremoto de Haití también fue de gran magnitud (7 grados), el desastre allí ha sido total».
Mientras tanto, los bomberos españoles recorren la zona de Concepción para evaluar los daños estructurales en los edificios. Sin cobertura del Gobierno, para la gente de Penco los bomberos y médicos se han convertido en sus héroes españoles.
lunes, 8 de marzo de 2010
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